Universidad Politécnica de Madrid Universidad Politécnica de Madrid

Facultad de Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte

”Hay que decir NO y tener una tolerancia cero contra la violencia por pequeña que parezca”

Coincidiendo con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer entrevistamos a María Martín, gimnasta y profesora de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte que ha coordinado la realización del vídeo “Stop Violencia contra la Mujer en el Deporte”.

24.11.17

La transferencia de conocimiento clave para superar la violencia contra las mujeres y niñas en el deporte es el objetivo fundamental del vídeo que han elaborado conjuntamente la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid y el Consejo Superior de Deportes para concienciar sobre la importancia de decir NO a la violencia en este ámbito. Hablamos con María Martín, profesora de INEF y coordinadora de esta acción sobre las acciones que se están llevando a cabo en este ámbito y el papel que deben jugar la educación y las administraciones públicas a la hora de erradicar este problema.

Pregunta: Pese a que siempre se habla del deporte desde la idea de la transmisión de valores y del fomento de la igualdad, lo cierto es que también en esta disciplina también encontramos casos de discriminación de género e incluso de violencia machista. ¿De qué datos se dispone al respecto? ¿Qué prevalencia tiene este problema?

Respuesta: El reciente Study on Gender-based Violence in Sport de la Comisión Europea, concreta que el acoso sexual es la violencia machista que tiene mayor presencia en el deporte, hasta el 64%, siendo las miradas no deseadas y la violencia verbal, como comentarios o chistes con connotación sexual, las conductas más frecuentes. Tienen mayor prevalencia entre las niñas, chicas y mujeres, en el deporte de élite y el colectivo LGTBI.

Como elemento positivo cabe destacar que son cada vez más los casos en el deporte que no quedan impunes. El último ha sido esta semana; condena de 25 años de prisión para Larry Nassar, fisioterapeuta de gimnastas estadounidenses, culpable de agresiones sexuales a 130 gimnastas. Para eliminar la violencia contra la mujer en el deporte es clave eliminar acciones que, vistas de forma aislada parecen anodinas, como la expresión “corres como una niña”. Son la semilla y el alimento de una violencia muy peligrosa que atenta contra los derechos humanos. Para sumar hay que decir NO y violencia tolerancia 0, por muy pequeña que parezca.  

“El deporte sigue siendo un espacio dirigido y centrado en los hombres”

P.- Hace unos meses, la filósofa y deportista Matilde Fontecha aseguraba que “el deporte es el ámbito en el que más se discrimina a la mujer”. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

R.- Datos y hechos parecen refrendar esta afirmación: el deporte espectáculo es el ámbito donde hay una mayor brecha de género salarial, muchas deportistas profesionales carecen de marco jurídico igualitario y sigue presente la hipersexualización de las mujeres.

Diferentes discriminaciones continúan desde el alto rendimiento al deporte escolar, porque la oferta de actividades, espacios y horarios para la práctica de las niñas, chicas y mujeres es peor. Y lo grave es que estas desigualdades no se cuestionan, están normalizadas ya que, por ejemplo, siguen siendo escasos los centros educativos en los que el espacio de recreación, el patio que todos los días utilizan niñas y niños en horario escolar, sigue ocupado mayoritariamente por un campo de fútbol. Según Kari Fasting, especialista internacional de referencia en el área, estas discriminaciones tienen un origen histórico ya que el deporte moderno originalmente fue concebido como un espacio para la construcción de un modelo específico de masculinidad orientado a los hombres jóvenes de las élites europeas.

Las medidas emprendidas hasta ahora para superar este enfoque androcéntrico parecen haber sido  poco efectivas, ya que el deporte sigue siendo un espacio dirigido, orientado y centrado en los hombres, un sistema patriarcal poco democrático en el que conviven diferentes culturas deportivas. Es cierto que ha habido importantes avances legislativos y de otro tipo, pero queda mucho camino por andar. Entre otros, sería clave aprovechar más eficazmente los importantes éxitos deportivos de Carolina Marín, Mireia Belmonte, Garbiñe Muguruza o Gisela Pulido.

P.- Independientemente de la vivencia personal de las deportistas si es cierto que el deporte femenino tiene menos presencia en los medios de comunicación. ¿A qué crees que es debido? ¿Cómo se podría revertir esa situación?

R.- Entre otros a que el fútbol tiene mucho poder en España. Es importante establecer sinergias sumativas y positivas entre el deporte, la acción política y los medios de comunicación.  Buen ejemplo de ello ha sido la reciente aprobación por unanimidad en el Parlamento de Andalucía de la presencia paritaria de mujeres y hombres en la televisión pública.  Es esperanzador ver como la política se unía y sumaba para que los medios de comunicación multipliquen mejor los éxitos de las andaluzas Carolina Marín y Gisela Pulido. Otras iniciativas muy acertadas ha sido las desarrolladas por el Cabildo de Tenerife en competiciones escolares: un único pódium para entrega conjunta de trofeos a niños y niñas y la incorporación de la “tarjeta violeta”, además de la amarilla y la roja, en partidos de fútbol.

El deporte de competición y el fútbol, gestionados con perspectiva de género, pueden ser valiosos motores de cambio. Importante también que ofrezca varios modelos deportivos, no solo el modelo competición.

“Un liderazgo igualitario en el deporte es clave para luchar contra la violencia”

P.- Junto al Consejo Superior de Deportes y coincidiendo con la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se ha realizado un pequeño vídeo con el que se trata de concienciar sobre este problema e impulsar soluciones ¿Cómo surge la idea de crear esta píldora de transferencia de conocimiento?

R.- Esta acción surge de la Jornada STOP violencia en el deporte contra la mujer, cofinanciada por la Subdirección General de Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes y el Programa Erasmus+ de la Unión Europea, desarrollada en el marco de la Semana Europea del Deporte en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid.

Consideramos que esta píldora de transferencia de conocimiento STOP violencia contra la mujer en el deporte ampliaba esta acción a través de diferentes redes que, actualmente, nos conectan con deportistas, estudiantes y profesionales del deporte. Se sabe que, para eliminar esta lacra, es clave un liderazgo profesional igualitario en el deporte.  La difusión de esta píldora brinda la oportunidad de unirse, a través del deporte, en el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer.

P.- Desde tu punto de vista, ¿qué falta en la sociedad para luchar de manera más efectiva contra la discriminación de la mujer en todos los ámbitos, y especialmente en el deportivo?

R.- Coincido con la mayoría de especialistas en que sería fundamental que las instituciones deportivas, especialmente las públicas, proporcionaran igualdad de oportunidades a mujeres y hombres cumpliendo las leyes de igualdad, y que dedicaran la mitad de sus recursos -cuantitativa y cualitativamente- a las niñas, chicas y mujeres. La educación sería el segundo factor clave para incorporar la perspectiva de género, porque sin ella, sin las “gafas de la igualdad” solo se percibe una realidad androcéntrica y patriarcal muy desigual.  

P.- Como profesional del deporte, ¿te has sentido discriminada en algún caso por ser mujer?

R.- Demasiadas veces, aunque prefiero ser positiva y valorar que cada vez hay más personas que apuestan por la igualdad. En mi caso, el deporte ha sido un espacio de empoderamiento como mujer. Mi trayectoria como deportista de élite, hace años, y como profesional de la Facultad CAFYD (INEF) UPM, en la actualidad, me ha dado la oportunidad de interactuar y hacer equipo con estudiantes, profesionales y amistades muy valiosas que me tratan muy bien como persona y profesional del deporte.

El deporte y el INEF me siguen ayudando cada día a discernir de quien alejarme o acercarme porque en relación a la igualdad, como dicen en Andalucía, hay personas de “mucho lirili y muy poco lerele”, es decir, de poca coherencia entre sus palabras y sus acciones; para escoger bien hay que fijarse en las acciones, “hablan” mucho mejor que las palabras.

“El empoderamiento de las mujeres empieza y se mantiene en su cuerpo”

P.- Desde el Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte al que perteneces, estudiáis también el papel que puede jugar el deporte a la  hora de impulsar una sociedad más igualitaria y justa, a través de la actividad física. ¿Qué líneas de trabajo tenéis abiertas en este sentido?

R.- Principalmente mujeres adultas, salud, rendimiento y educación, que son transversales en líneas de investigación sobre organización, didáctica o alto rendimiento deportivo. Partimos de la premisa de que una mujer motrizmente capaz es más feliz y eficaz en otras áreas, menos vulnerable. Impulsamos diferentes acciones para conseguir niñas, chicas y mujeres activas desde la superación, la recreación y el disfrute, porque históricamente el control de las mujeres se ha ejercido a través de su cuerpo, mediante la maternidad como inmolación y una estética brutal que dificulta su vida.

El empoderamiento de las mujeres empieza y se mantiene en su cuerpo, es muy potente en cualquier etapa vital pero especialmente en la infancia.  El deporte, además, ofrece a las mujeres un espacio público de encuentro -más allá del espacio privado- donde pueden desarrollarse, liderar, comunicar, aprender a negociar, perder y ganar. Por eso un deporte igualitario y libre de violencia puede ser un valioso agente para mejorar la igualdad de género en la sociedad.  

P.- La Universidad Politécnica dispone de una Unidad de Igualdad desde la que se trabaja para promover la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y para fomentar las vocaciones científicas entre las jóvenes. ¿Cómo valoras el papel que deben desempeñar las universidades en este sentido?

R.- Muy positivamente, la educación y el conocimiento son potentes motores en la consecución de sociedades desarrolladas igualitarias. Esta construcción ya iniciada sigue necesitando las aportaciones de las mujeres. Por eso las Unidades de Igualdad de las Universidades proporcionan un apoyo muy valioso y necesario en la actualidad.